La siderurgia es uno de los sectores con una utilización más intensa de energía.
Es uno de los sectores más afectados por la crisis, al reducirse drásticamente las ventas de sus dos subsectores principales: la construcción y la fabricación de automóviles.
La aplicación de medidas de eficiencia energética puede permitir grandes ahorros económicos en esta situación tan delicada para el sector.
En muchos casos existen aplicaciones que requieren de diferentes temperaturas. La energía térmica de los humos generados se puede transportar de las zonas que requieren altas temperaturas (> 800º C) hacia las que requieren temperaturas algo menores (> 300º C).
La instalación de los sistemas de recuperación de calor puede generar ahorros superiores al 15% y periodos de retorno de la inversión menores a 2 años.
Es habitual encontrar hornos y túneles de cocción que presentan fugas importantes de calor. Una mejora en los aislamientos existentes puede proporcionar ahorros de hasta un 10%.
Habitualmente existen prensas para dotar al acero de la forma deseada. Los variadores de frecuencia permiten optimizar el funcionamiento de la prensa, obteniendo ahorros significativos.
Aunque generalmente la iluminación es una parte poco significativa sobre el total de consumo en este sector, se puede reducir drásticamente.
La sustitución por tecnología LED permite obtener ahorros superiores a un 60% y recuperar la inversión inicial en menos de 5 años.
En empresas con consumos tan elevados es habitual encontrar actitudes poco enfocadas al ahorro, tales como dejar encendida maquinaria en horas no laborables o dejar las puertas de los hornos abiertas durante mucho tiempo antes de iniciar otra recarga.
Es importante detectar este tipo de acciones, ya que su corrección suele proporcionar ahorros importantes en el consumo de las máquinas afectadas.
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