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El sector industrial español acaba de recibir un importante respaldo con la aprobación de la nueva Ley de Industria, un marco normativo que busca modernizar el tejido productivo nacional y reforzar la autonomía estratégica del país. Con esta reforma, el Gobierno pretende incrementar el peso de la industria en el PIB, fomentar la innovación y garantizar la seguridad de las cadenas de suministro en un contexto global cada vez más incierto.
Una ley adaptada a los retos actuales
La nueva normativa, que sustituye a la ley vigente desde 1992, responde a la necesidad de adaptar la industria española a los desafíos actuales, tales como la digitalización, la transición ecológica y la competencia internacional. Entre sus principales objetivos destacan:
Reindustrialización y modernización
La normativa pone en marcha nuevas herramientas de política industrial con el fin de fomentar la inversión en innovación, tecnología y automatización. Se busca mejorar la eficiencia productiva de las empresas, facilitar el acceso a financiación y crear sinergias entre el sector público y privado.
- Se refuerza la coordinación entre administraciones y agentes económicos para una estrategia industrial más cohesionada.
- Se fomenta la industria 4.0, con incentivos para la digitalización de procesos productivos y la incorporación de inteligencia artificial, blockchain e IoT en la manufactura.
- Se promueve la colaboración público-privada, facilitando el acceso a fondos europeos y nacionales para la modernización industrial.
Autonomía estratégica y seguridad industrial
Uno de los aspectos clave de la nueva Ley de Industria es la creación de la Reserva Estratégica basada en las Capacidades Nacionales de Producción Industrial (RECAPI). Esta iniciativa busca garantizar el abastecimiento de bienes esenciales en sectores críticos, evitando situaciones de dependencia excesiva del exterior, como las vividas durante la pandemia con el suministro de material sanitario.
- Se establecen mecanismos para prevenir interrupciones en las cadenas de suministro internacionales y evitar la vulnerabilidad del sector industrial frente a crisis globales.
- Se potenciará la producción nacional en sectores estratégicos, como la industria farmacéutica, la microelectrónica y los componentes esenciales para la energía y la defensa.
- Se impulsarán incentivos para empresas que desarrollen tecnología y producción en el territorio nacional, con el fin de fortalecer la autonomía industrial.
Sostenibilidad y digitalización
La nueva Ley de Industria incorpora medidas específicas para reducir la huella de carbono del sector, avanzando hacia una economía más sostenible.
- Se promueve la descarbonización industrial, con la meta de lograr emisiones netas cero en 2050.
- Se incentivará la adopción de fuentes de energía renovable y el desarrollo de infraestructuras industriales más eficientes desde el punto de vista energético.
- Se fomenta la digitalización del sector mediante programas de inversión en tecnologías avanzadas, como el uso de gemelos digitales, big data y automatización inteligente.
Principales novedades y medidas clave
✔ Protección de la industria intensiva en energía
Las empresas con un alto consumo energético recibirán apoyo para optimizar su eficiencia y acelerar su transición ecológica. Esto es especialmente relevante para sectores como el siderúrgico, el químico o el del cemento, que enfrentan elevados costes energéticos. Esto se hace a través de las ayudas para consumidores electrointensivos.
✔ Expansión del modelo PERTE
La nueva Ley de Industria amplía el modelo de Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), permitiendo que sectores estratégicos sigan recibiendo apoyo financiero más allá del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Esto beneficiará a industrias innovadoras en sectores como la movilidad sostenible, la biotecnología y la inteligencia artificial.
✔ Condiciones para la deslocalización de empresas
Para evitar la fuga de industrias al exterior, se establece que las empresas que hayan recibido más de 3 millones de euros en ayudas públicas en los últimos cinco años deberán devolverlas si trasladan su producción fuera de la zona euro y reducen su actividad en más del 65% o su plantilla en más de 500 empleados.
Impacto y desafíos para el tejido empresarial
La implementación de la nueva Ley de Industria supone un cambio estructural que afectará a empresas de todos los tamaños y sectores.
Para las grandes empresas, representa una oportunidad para acceder a mayores incentivos y consolidar su papel en sectores estratégicos. Sin embargo, también impone nuevas condiciones para la recepción de ayudas públicas y la deslocalización.
Para las pymes y startups industriales, la normativa abre la puerta a nuevas líneas de financiación y apoyo, especialmente en áreas de digitalización, eficiencia energética y sostenibilidad. La clave para este segmento será la capacidad de adaptación a los nuevos requisitos normativos y el acceso a los fondos europeos.
A nivel general, el reto más importante será la implementación efectiva de la Ley de Industria y la capacidad del sector público para agilizar la burocracia y facilitar el acceso a los incentivos. Sin una correcta aplicación, el impacto de la normativa podría verse limitado.
Implicaciones para el sector y el tejido empresarial
Desde ipsom, consideramos que esta Ley de Industria supone un paso fundamental para garantizar la competitividad de la industria española a largo plazo. La combinación de incentivos para la modernización, mecanismos de protección estratégica y un marco normativo actualizado permitirá a las empresas operar en un entorno más estable y con mayores garantías.
Asimismo, la normativa abre nuevas oportunidades para la captación de financiación y subvenciones, especialmente en proyectos vinculados a la sostenibilidad y la digitalización, donde los fondos europeos y los incentivos fiscales jugarán un papel clave en los próximos años.
En un contexto marcado por la incertidumbre global y la necesidad de asegurar la resiliencia del tejido industrial, la nueva Ley de Industria es una herramienta que puede marcar la diferencia en el futuro económico de España. Ahora, el reto será su implementación efectiva y la adaptación de las empresas a este nuevo marco normativo.
Si necesita asesoramiento sobre cómo beneficiarse de los incentivos y oportunidades que ofrece esta nueva legislación, puede contactar con nosotros para ayudarle a optimizar su estrategia empresarial en este nuevo escenario industrial.
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