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Una transformación en las ayudas a la eficiencia energética
En 2019, el IDAE (Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía) puso en marcha las ayudas de eficiencia energética en el sector industrial, con una dotación presupuestaria de 356 millones de euros a repartir entre las diferentes comunidades autónomas. No obstante, el plazo de solicitud finalizó el 30 de junio de 2024. Como alternativa para financiar las inversiones empresariales en eficiencia energética y ayudar a las empresas a cumplir con sus obligaciones al FNEE, se creó el sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE).
En 2025, el panorama de las ayudas a la eficiencia energética ha cambiado significativamente con la transición hacia este sistema. Este nuevo enfoque, alineado con los objetivos climáticos europeos, busca incentivar el ahorro energético y crear un mercado dinámico que premie a las empresas comprometidas con la sostenibilidad y la innovación.
El sistema de Certificados de Ahorro Energético representa un cambio profundo en cómo se estructuran y gestionan las ayudas, sustituyendo en parte las subvenciones tradicionales por un modelo basado en resultados medibles. Pero, ¿qué implica realmente este cambio para las empresas? ¿Cómo pueden adaptarse y aprovechar esta nueva realidad?
Novedades clave en 2025: ¿Qué ha cambiado?
- Incremento de las obligaciones de ahorro energético: el objetivo de ahorro de energía final para 2025 se ha establecido en 500 ktep, equivalentes a 5.815 GWh. Este aumento supone un esfuerzo significativo para las empresas obligadas, que deberán implementar medidas de eficiencia energética más ambiciosas para cumplir con estas nuevas metas.
- Aumento de la equivalencia financiera: la equivalencia financiera para 2025 se ha fijado en 2,20 millones de euros por ktep ahorrado, lo que equivale a 189.165,95 euros por GWh ahorrado. Este ajuste refleja el coste promedio necesario para movilizar las inversiones requeridas en todos los sectores para alcanzar los objetivos de ahorro anual.
- Modificación en las aportaciones al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE): los sujetos obligados deben satisfacer al menos un 15% de su cuota de obligación de ahorro de 2025 mediante aportaciones económicas al FNEE, permitiéndoles cubrir el restante 85% mediante la liquidación de Certificados de Ahorro Energético. Este cambio reduce el porcentaje mínimo de aportación al FNEE respecto a años anteriores, incentivando la generación y uso de CAEs como alternativa principal.
- Requisitos financieros para sujetos delegados: a partir de 2025, las empresas que deseen acreditarse como sujetos delegados en el Sistema de CAEs deben contar con fondos propios superiores a 500.000 euros en los dos últimos ejercicios disponibles. Este requisito se demuestra mediante la presentación de su balance y cuenta de pérdidas y ganancias, conforme a los modelos normales o abreviados de la normativa mercantil.
2024 | 2025 | |
Objetivo de ahorro energético | 450 ktep (aproximadamente 5.200 GWh) | 500 ktep (5.815 GWh) |
Equivalencia financiera por ktep | 2,00 millones de euros | 2,20 millones de euros |
Aportación mínima al FNEE | 20% | 15% |
Liquidación mediante CAEs | Hasta el 80% | Hasta el 85% |
Requisitos para sujetos delegados | No aplicable | Fondos propios superiores a 500.000 euros |
¿Cómo afecta esto a las empresas en 2025?
Las modificaciones introducidas en el Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) para 2025 generan un impacto considerable en las empresas, influyendo tanto en sus aspectos económicos como operativos. A continuación, se presenta un análisis de cómo estos cambios afectan a las organizaciones.
Mayor presión financiera
Incremento en la equivalencia financiera: El aumento del coste asociado a cada ktep y GWh ahorrado significa que las empresas deberán destinar mayores recursos económicos para cumplir con las obligaciones de ahorro energético.
Mayor inversión en eficiencia: Las empresas que no alcancen las metas de ahorro energético deberán adquirir Certificados de Ahorro Energético, cuyo precio podría aumentar debido a la mayor demanda.
Reestructuración estratégica
Adaptación a las nuevas metas: Las empresas tendrán que adoptar medidas más ambiciosas, como la implementación de tecnologías avanzadas de eficiencia energética, auditorías más rigurosas y la optimización de procesos productivos.
Integración de la sostenibilidad: Estas normativas impulsan a las empresas a priorizar estrategias que reduzcan su huella de carbono y fomenten la sostenibilidad como parte de su propuesta de valor.
Cambios en la gestión operativo
• Cumplimiento de requisitos específicos: Las empresas que actúen como sujetos delegados deberán cumplir con requisitos financieros más estrictos, lo que podría limitar la entrada de nuevos actores en el mercado de Certificados de Ahorro Energético.
• Incremento de la burocracia: La gestión del sistema de Certificados de Ahorro Energético y las aportaciones al FNEE podrían requerir más recursos administrativos y una mejor planificación.
Oportunidades de negocio
• Posicionamiento como sujeto delegado: Las empresas que cumplan con los requisitos podrán acreditarse como sujetos delegados y gestionar proyectos de ahorro energético.
• Acceso a nuevos mercados: Las inversiones en eficiencia energética pueden abrir oportunidades en mercados donde la sostenibilidad sea un factor diferenciador.
Impacto en la competitividad
• Ventaja para empresas sostenibles: Aquellas que ya han invertido en eficiencia energética tendrán una ventaja competitiva al estar mejor preparadas para cumplir con las normativas.
• Desafío para PYMEs: Las pequeñas y medianas empresas podrían enfrentar mayores dificultades para cumplir con las obligaciones debido a sus recursos financieros y técnicos limitados.
Costes y beneficios a largo plazo
• Costes iniciales elevados: La adaptación a estas normativas puede implicar un aumento de costes en el corto plazo, pero las medidas de eficiencia energética pueden reducir significativamente los costes operativos a largo plazo.
• Mejora de la reputación corporativa: Cumplir con los objetivos de sostenibilidad podría mejorar la percepción de la empresa entre consumidores, socios y otros grupos de interés.
Estrategias para maximizar los beneficios del sistema CAE
Para adaptarse y prosperar en este nuevo marco, las empresas deben considerar las siguientes estrategias:
- Invertir en tecnología de medición y validación: Herramientas como sensores inteligentes y software de gestión energética permiten capturar datos precisos y simplificar la generación de CAE.
- Colaborar con expertos en eficiencia: Consultoras especializadas pueden ayudar a identificar proyectos con alto potencial de ahorro y optimizar el proceso de certificación.
- Planificar a largo plazo: Los proyectos deben alinearse con los objetivos estratégicos de la empresa y las tendencias normativas.
- Participar en el mercado de CAE: Explorar oportunidades de compra-venta de certificados para diversificar ingresos o reducir obligaciones.
Conclusión: El CAE como herramienta clave para la eficiencia energética en 2025
El sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) se presenta como una herramienta clave para la eficiencia energética en 2025, permitiendo a las empresas cumplir con sus objetivos de sostenibilidad y aprovechar oportunidades financieras.
En ipsom, ayudamos a las empresas a navegar este nuevo entorno, ofreciendo asesoría integral en la identificación, medición y certificación de ahorros energéticos. Contacte con nosotros para maximizar los beneficios del sistema de Certificados de Ahorro Energético y transformar tus esfuerzos de eficiencia energética en una ventaja estratégica.
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