Las empresas de semiconductores han cobrado una relevancia estratégica a nivel mundial y España no es la excepción. Con el auge de nuevos modelos de digitalización y la creciente demanda de tecnologías avanzadas, el país ha identificado la necesidad de desarrollar su propio ecosistema de chips para garantizar la autonomía tecnológica. En este contexto, el PERTE Chips, lanzado por el gobierno español, es un plan clave para posicionar a España como un actor relevante en la cadena de valor de los semiconductores, un sector crucial para la economía digital global.
En los últimos años, la demanda de estos componentes se ha disparado, lo que ha generado tensiones en las cadenas de suministro globales. La escasez de chips no solo afectó a la producción de dispositivos electrónicos, sino que también impactó en sectores industriales que dependen de estas tecnologías.
En Europa, la producción de chips representa menos del 10% del total mundial, lo que deja al continente altamente dependiente de actores como Asia y Estados Unidos. Esta vulnerabilidad ha motivado a la Unión Europea a impulsar proyectos estratégicos para desarrollar su autonomía tecnológica.
España está en una posición estratégica para aprovechar este contexto gracias a sus infraestructuras, talento y la colaboración público-privada que ya está en marcha. Instituciones como el Barcelona Supercomputing Center (BSC) y el Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM) ya están trabajando en proyectos innovadores para el desarrollo de semiconductores. El gobierno español ha facilitado el marco normativo para atraer a gigantes del sector, como Intel y TSMC, y colaborar con empresas nacionales.
Además, el PERTE Chips ha diseñado una estrategia para fomentar la creación de startups especializadas en semiconductores, con la intención de fortalecer la base de innovación y aumentar la capacidad de diseño y producción de chips en España.
El PERTE Chips (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica), lanzado en 2022, es una iniciativa fundamental del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España. Con una inversión de 12.250 millones de euros, tiene como objetivo fortalecer el sector de los semiconductores y desarrollar una industria nacional de chips mediante:
Este proyecto no solo busca el crecimiento de una industria nacional, sino también la creación de empleo de alta cualificación, la atracción de talento internacional y la promoción de la innovación tecnológica, por lo que se han implementado 4 ejes estratégicos:
El lanzamiento del PERTE Chips ha visibilizado los activos estratégicos con los que España cuenta para impulsar esta industria:
Uno de los campos más destacados es la arquitectura RISC-V, una tecnología de procesadores abierta que permite personalizar los diseños de chips para aplicaciones específicas. Esto sitúa a España como uno de los referentes en este ámbito, apoyado por instituciones como el Barcelona Supercomputing Center (BSC), que lidera proyectos para desarrollar soluciones basadas en esta tecnología.
La fotónica integrada es otra área estratégica en la que España ya ha construido un ecosistema sólido, abarcando desde el diseño hasta la fabricación. La integración de chips electrónicos y fotónicos no solo mejora el rendimiento, sino que permite aplicaciones avanzadas en 5G, sanidad y automoción. Este tipo de tecnología es clave para el desarrollo de dispositivos más rápidos y eficientes, apoyando la transformación digital en sectores clave.
La computación cuántica está en la agenda de innovación del PERTE Chips. Estos chips, basados en los principios de la mecánica cuántica, permitirán un salto cualitativo en el procesamiento de datos y la seguridad informática. España apuesta por la construcción de chips cuánticos con capacidad operativa creciente, posicionándose a la vanguardia de la informática cuántica en Europa y facilitando el acceso a esta tecnología para empresas y centros educativos a través de la nube.
Además de los avances tecnológicos, el PERTE Chips aprovecha la fuerte demanda interna de chips en sectores estratégicos como:
Otros sectores como la industria aeroespacial, el material de defensa, y el transporte ferroviario también generan una alta demanda de semiconductores, consolidando la importancia de este sector en la economía nacional y europea.
A pesar de la magnitud del PERTE Chip, hay desafíos importantes que España debe afrontar para lograr sus objetivos. La competencia internacional es feroz, con países como Estados Unidos y China invirtiendo miles de millones de dólares en sus propias cadenas de producción de semiconductores. Además, la creación de una infraestructura sólida para la fabricación de chips es un proceso costoso y de largo plazo.
Sin embargo, el compromiso de España con este sector clave y la colaboración con grandes actores internacionales sitúan al país en una posición estratégica para convertirse en un referente en la producción de semiconductores en Europa. Si bien el desarrollo de esta industria llevará tiempo, el PERTE Chip marca un camino claro hacia la soberanía tecnológica en el ámbito de los semiconductores.
En ipsom, entendemos que el sector de los semiconductores representa una oportunidad sin precedentes para las empresas tecnológicas en España. Nuestro equipo experto está aquí para ayudarle a aprovechar las oportunidades de financiación del PERTE Chip y otros programas europeos de I+D. Desde la identificación de proyectos hasta la gestión de subvenciones, le ofrecemos un enfoque personalizado para asegurar que su empresa pueda beneficiarse del crecimiento de la industria de chips.
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