Obtener el Certificado de consumidor electrointensivo representa una importante ventaja competitiva para empresas que buscan optimizar su consumo energético, además de ser imprescindible para acceder a las ayudas para consumidores electrointensivos cuyo plazo de solicitud comenzó este 4 de junio y finaliza el 1 de julio de 2024.
La obtención del Certificado de consumidor electrointensivo implica cumplir con criterios específicos que reflejan tanto la intensidad energética como la adhesión a prácticas de sostenibilidad. Si está pensando en aplicar a estas ayudas, quizás se pregunte cuáles son estos criterios para calificar como consumidor electrointensivo. En este artículo, exploraremos en profundidad estos requisitos y le proporcionaremos el punto de partida para obtener el Certificado de consumidor electrointensivo y maximizar las oportunidades de financiación y apoyo disponibles.
¿Qué empresas son consideradas como consumidores electrointensivos?
Un consumidor electrointensivo es una empresa cuya actividad requiere un alto consumo de energía eléctrica en relación con su producción económica total. Este tipo de consumo no solo implica un uso significativo de electricidad, sino que también lleva asociado ciertos criterios y condiciones que deben cumplirse para ser oficialmente reconocido bajo esta categoría.
La clasificación como consumidor electrointensivo refleja una dependencia crítica de la energía para la operación diaria de la empresa. Sectores como el de manufactura de metales, la industria del vidrio y de la cerámica, la producción de productos químicos, cemento, y papel, etc., suelen pertenecer a la industria electrointensiva. En general, los consumidores electrointensivos se caracterizan por:
- Alto consumo per cápita: Estas empresas consumen electricidad a una tasa que supera significativamente la de otros sectores industriales, haciendo su gestión energética un componente crítico de su operación. En concreto, deben consumir mínimo 1 GWh anual.
- Impacto económico: El coste de la energía representa una parte considerable de los costes totales de producción, lo que hace que las fluctuaciones en los precios energéticos puedan tener un impacto significativo en su rentabilidad.
- Requisitos regulatorios: Están sujetos a regulaciones específicas que pueden incluir tarifas especiales, subvenciones y obligaciones de eficiencia energética, destinadas a aliviar la carga de sus altos costes energéticos y promover la sostenibilidad.
Para las empresas que cumplen con estos criterios, obtener una certificación como consumidor electrointensivo les permite acceder a ayudas estatales, como incentivos fiscales o tarifas eléctricas reducidas, diseñadas para apoyar la competitividad de estos grandes consumidores de energía.
Requisitos para calificar como consumidor electrointensivo
Obtener el Certificado de consumidor electrointensivo es el paso final para conseguir oficialmente la categoría de consumidor electrointensivo, pero para ello, las empresas deben cumplir primero con ciertos requisitos del Estatuto de consumidores electrointensivos:
- Contratación de energía: Las empresas deben contratar su energía eléctrica directamente del mercado de producción de energía eléctrica por cualquiera de las modalidades estipuladas en la normativa. Además, las instalaciones en territorios no peninsulares deben participar en el despacho técnico de energía.
- Consumo mínimo de energía: Es esencial que las empresas hayan consumido más de 1 GWh anual durante al menos dos de los últimos tres años. Además, un mínimo del 46% de este consumo debe ser durante las horas de menor demanda (periodo tarifario valle), lo que demuestra un uso eficiente de la energía.
- Sector industrial: Las instalaciones de empresas pertenecientes a la industria electrointensiva deben operar en sectores clasificados dentro de la «lista de sectores en riesgo significativo» o «en riesgo», según los códigos de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) incluidos en el anexo del Real Decreto 1106/2020.
- Relación energía-producción: A partir de 2024, la empresa debe demostrar que el consumo de energía respecto al valor que produce está por encima de 0,51 kWh/€. Este indicador refleja la intensidad del uso de energía en relación con el valor económico generado y es revisado anualmente para mantener su relevancia con las condiciones del mercado.
- Estatus legal y operativo: La empresa titular debe estar válidamente constituida conforme a la normativa en vigor y no debe estar incumpliendo ninguna normativa vigente relacionada con su actividad.
- Requisitos post-pérdida de certificación: Si una empresa ha perdido previamente su certificación, debe esperar un año antes de poder solicitarla nuevamente. Deberá demostrar que ha corregido las razones por las que perdió la certificación y cumplir con todos los criterios nuevamente.
* Las empresas nuevas, sin historial energético suficiente, pueden presentar proyecciones para demostrar que cumplirán los requisitos necesarios.
Tras cumplir con esta serie de requisitos, el proceso para obtener el certificado implica presentar la documentación requerida que pruebe el cumplimiento de los mismos. Las autoridades competentes pueden realizar inspecciones para verificar esta información.
Conclusión
Determinar si su empresa califica como consumidor electrointensivo es un proceso esencial para para reforzar la eficiencia energética, además de obtener acceso a las ayudas y subvenciones de consumidores electrointensivos.
En ipsom, entendemos la complejidad de los requisitos necesarios para obtener el Certificado de consumidor electrointensivo y ofrecemos asistencia experta para asegurar que su empresa cumpla con estos criterios y así acceder a numerosos beneficios económicos y de sostenibilidad.
Contacte con nuestros expertos para ayudarle a evaluar la elegibilidad de su empresa y a completar el proceso de certificación de manera eficaz. Nos comprometemos a proporcionar soluciones a medida que se ajusten a las necesidades específicas de su operación, ayudando a optimizar su consumo energético y a mejorar su posición en el mercado.
