El objetivo de este acuerdo es “hacer una transición que abandone los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crítica, para lograr el net-zero para 2050, de acuerdo con la ciencia”.
Los países participantes, incluido España, han acordado abandonar progresivamente los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, entre ellos el petróleo, gas y carbón. Esto contribuye positivamente en la transición energética y garantiza la seguridad energética.
Además, se ha fijado el objetivo de triplicar la capacidad global de energías renovables y duplicar las mejoras de eficiencia energética para el año 2030. Asimismo, remarcan la necesidad de acelerar la reducción de emisiones en el transporte por carretera.
En resumen, la COP28 marca un hito significativo al impulsar la transición hacia un futuro libre de combustibles fósiles, trazando así una ruta más segura y sostenible hacia la neutralidad climática.
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